"Estos niños tienen muchas secuelas, más allá del aspecto físico". Así de contundente se mostró ayer Belén González, delegada en Asturias de la ONG Global Humanitaria, respecto a los refugiados sirios en Jordania, que están sufriendo día a día "situaciones realmente lamentables", en palabras de Javier Gil, coordinador de comunicación y marketing de la organización.

Precisamente para ayudar a estos niños inocentes que sufren las consecuencias de la guerra, Global Humanitaria lleva desde 1999 realizando multitud de proyectos en Asia, América y África, siempre "ayudando a la población infantil", recalca González. El último de estos proyectos se llama "Ayúdales a Caminar", una campaña de apadrinamiento a favor de 20 niños sirios refugiados en Amán, Jordania. "Creemos que es una cifra fácilmente realizable, 20 niños en todo Gijón, lo vemos bastante factible", asegura González, una campaña que "facilita el acceso a de los niños a la educación, a la vez que contribuye a su recuperación física y emocional, además de proveer ayuda de emergencia social a sus familias".

Sin embargo, este no es el único proyecto que tiene en curso la ONG. "Little hopes" (pequeñas esperanzas, en inglés), es otra de las iniciativas de Global Humanitaria, un "proyecto de arteterapia, en el que se busca que estos niños puedan olvidar todos sus daños colaterales", explica Gil. "Después de todo lo que han sufrido, la pintura les sirve para transmitir sus sentimientos, como vía de escape", explicita Gil, "vivir situaciones tan duras han hecho que no piensen como niños, sino que tengan una gran madurez". Una sensatez que cristalizó en más de medio centenar de cuadros pintados por los menores, de los que ya solo quedan una treintena, expuestos hasta el próximo 9 de febrero en la Sala Astragal del Conseyu de la Mocedá de Gijón, donde se pueden adquirir.

El dinero recaudado, tanto de la venta de los cuadros como de los apadrinamientos, revierte directamente en estos menores, con distintas iniciativas que lleva a cabo Global Humanitaria. Sin ir más lejos, hace apenas unas semanas, voluntarios de la organización estuvieron en Alepo, repartiendo kits contra el frío para los más pequeños "con mantas, bufandas, calcetines, pijamas y ropa interior", concreta Gil, ya que "ahora mismo allí tienen temperaturas muy bajas y muchos de ellos no tienen dónde dormir, al estar gran parte de los edificios derruidos".

Otro de los proyectos de mayor envergadura, es dar atención médica a los niños que sufrieron amputaciones, bien con tratamientos sanitarios en España o directamente en Jordania.

"Estos niños dependen de la ayuda humanitaria, por lo que actualmente, son nuestra total prioridad", concluye González.