"Nadie se acuerda ya de que en España hubo un Gobierno paritario", lamentó Nuria Varela (Turón, 1967) en la presentación de su último libro, "Cansadas. Una reacción feminista frente a la nueva misoginia", en un acto celebrado en el Ateneo de Turón, organizado por el Ayuntamiento de Mieres con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas.

Varela, que fue la primera directora de gabinete del Ministerio de Igualdad en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, y que recordó sus inicios como periodista en prácticas en LA NUEVA ESPAÑA, vuelca en "Cansadas" sus experiencias como reportera que ha estudiado la situación de las mujeres en el mundo y su profundo conocimiento sobre la violencia de género. "¿Qué es lo primero que suele responder una mujer cuando le preguntas qué tal estás? Cansada, es lo que te dicen. Pero, ¿cansada de qué? Pues de las jornadas de trabajo dobles y triples, de cargar con las labores domésticas, de la esclavitud de los criterios de belleza, de la patologización de los procesos naturales de las mujeres y, también, más que cansadas, hartas de cualquier forma de violencia contra nosotras", explicó Varela, que en su obra busca desmontar lo que la autora denomina "el mito del amor romántico".

"Se nos educa en la creencia de que existe la media naranja, ese amor único y para toda la vida, que no deja de ser un mito absurdo. Además, si sólo hay una persona para ti, dejarla se hace sumamente difícil, aunque te haga daño", expuso Varela, que considera falsa la omnipotencia del amor, el amor que lo puede todo. "En el libro también incluyo un capítulo dedicado a mi experiencia en el Ministerio de Igualdad, para que no se olvide que ese Ministerio existió, que fuimos capaces de sacar adelante la reforma de la Ley del Aborto que, gracias al apoyo social, ni siquiera Gallardón fue capaz de desmantelar". "En el Ministerio de Igualdad nos enfrentamos al patriarcado en pie de guerra, a la oposición machista violenta y sin argumentos", recordó la turonesa, que en su obra también aborda la discriminación económica de padecen las mujeres. "Si se remunerase todo el trabajo doméstico, que también incluye el cuidado de familiares, supondría en España veinte millones de puestos de trabajo", apuntó la autora, que alerta sobre las nuevas formas de misoginia, "más sutiles y difícil de combatir. Es lo que denomino "velo de igualdad", una apariencia que no se corresponde con la realidad, porque los cambios legales no han logrado un cambio social y seguimos sin educar en igualdad". A pesar de este panorama, Nuria Varela se muestra optimista. "El feminismo es una historia de éxito, teniendo en cuenta que partió desde cero, de la consideración de la mujer como no humana. Hemos ido conquistando derechos, pero aún sigue habiendo situaciones intolerables". "Propongo no tirar la toalla, porque la igualdad se aprende" expuso, para, a continuación afirmar que "para que se produzca la revolución de la igualdad aún falta el compromiso de los hombres". Varela, que muestra su oposición a la gestación subrogada, "un cruce de explotación de las mujeres y capitalismo extremo", se manifestó preocupada ante el auge de los fundamentalismos. "El cien por cien del poder religioso está en manos de los hombres. Lo mismo que el poder militar. Porque el poder continúa marcado por el sexo" y finalizó diciendo que "las mujeres tenemos el derecho de estar en todas partes, seamos como seamos. ¿Por qué se nos exige una excepcionalidad que no se exige a los hombres?".