La mítica discoteca El Jardín celebró ayer la última sesión de mercadillo para liquidar los elementos que durante años compusieron un punto de encuentro ineludible entre la juventud gijonesa a lo largo de varias generaciones. El local abrió de nuevo sus puertas para vender a los nostálgicos discos, sombrillas, sillas, mesas, carteles, copas, vasos (en la foto), bandejas, carteles, fotos y hasta cañones de luz. De nuevo cientos de devotos de local se hicieron con sus recuerdos.