El adiós a Merce Herrero: "Nos dio una lección de vida"

Decenas de amigos y allegados arropan a la familia en la despedida a la avilesina, enferma de ELA desde hace tiempo

Un momento de la ceremonia de despedida en el tanatorio de Avilés.

Un momento de la ceremonia de despedida en el tanatorio de Avilés. / S. F.

S. F.

"Merce nos dio una lección de vida: no pedía nada para ella, lo pediría para que se diera todo para la investigación sobre la ELA". La cariñosa despedida a la avilesina Mercedes Herrero Miñambres, fallecida el sábado a los 53 años de edad, es de Chus Rodríguez, compañero de militancia sindical y en la Cofradía del Santo Entierro del popular "Herrerín", padre de la fallecida.

La sala del tanatorio de Avilés donde ayer velaban a Merce se llenó de amigos y allegados de la familia para brindarle el último adiós a una mujer que "luchó hasta el último momento", como proclamaron sus más íntimos. Ayer, día de la madre, Merce, que deja esposo, José Ignacio Sánchez Bullón e hijo, Alejandro Sánchez Herrero, habría cumplido 54 años.

Aquejada de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) luchaba día tras día no solo por dar a conocer esta enfermedad sino por dar ejemplo de vitalidad. Y vaya si lo hacía. Había perdido el habla y se comunicaba a través de mensajes escritos. Se desplazaba en una silla de ruedas y, pese a todo, no dejó de bailar ni un segundo durante la larga travesía de los últimos descensos de Galiana junto a los miembros de la peña "La Pecera" en la que también militaba su padre y Chus Rodríguez. Sentada en su silla de ruedas, lo mismo le daba un reggaetón que una pieza de salsa.

A Merce le motivaba el Antroxu, si bien es cierto que en su familia eran veteranos de mil y una guerras antroxeras: Herminia, su madre y José María Herrero, "Herrerín", su padre, eran toda una autoridad carnavalera en la ciudad de Avilés.

Tal era su vitalidad que hace escasas fechas Merce se convirtió en guía en bici adaptada de un peregrino catalán, Albert Cogul, que realizaba el Camino de Santiago, tras sufrir una lesión medular. A ella le motivaba ayudar y a él le enseñó a hacer el Camino en su silla de ruedas en mitad de su recorrido jacobeo. "Ha sido una guía de lujo", dijo de ella Cogul.

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