Los trabajadores de Saint-Gobain presentan su plan de viabilidad para el negocio de parabrisas en Avilés

La multinacional Saint-Gobain Cristalería llama a los negociadores de los despidos a atender el plan social que se presenta esta mañana

Los trabajadores de Saint- Gobain detrás de la pancarta, en las instalaciones fabriles de La Maruca.

Los trabajadores de Saint- Gobain detrás de la pancarta, en las instalaciones fabriles de La Maruca. / Saúl Fernández / Francisco L. Jiménez

Saúl Fernández / Francisco L. Jiménez

La multinacional Saint-Gobain Cristalería no descabalga de su propósito de cerrar el departamento de parabrisas de su fábrica de Avilés. Los trabajadores, sin embargo, creen que los argumentos de la dirección tienen fallas y son tan profundas que separan el mantenimiento de la actividad industrial en La Maruca del desahucio de 270 trabajadores: los que salen de la suma de los adscritos a la nómina de Saint-Gobain y que ahora la empresa quiere despedir y los que cuyo trabajo queda suspendido por la ausencia del de la principal, es decir, las auxiliares de la empresa francesa cuya matriz preside Benoit Bazin.

Esta divergencia entre las dos partes negociadoras se señaló durante la cuarta reunión del período de consultas que se celebró ayer y que sirvió para dos cosas: para que los trabajadores presentaran un plan de viabilidad destinado a reducir los daños colaterales de los despidos masivos que defiende la compañía, por un lado, y, por el otro, para que la multinacional instase a los trabajadores a amarrarse los machos: en la reunión de hoy viernes está previsto que la compañía presente el plan social, que es la madre del cordero del futuro de la fábrica. O sea, el camino que defiende la multinacional para desprenderse de sus 120 trabajadores incluidos finalmente en la lista de los despidos.

El plan de viabilidad que defiende la parte social busca disminuir el daño que prometen las "medidas traumáticas", que es como se conocen en estos ámbitos la carta de despido y la cuenta. La propuesta va de que un solo equipo atienda las dos líneas de producción (ahora son dos) en virtud de lo que marque el despido.

Entre la posición de unos y la de los otros, el encuentro de ayer también sirvió para que la compañía respondiera a las 37 preguntas que los sindicatos habían formulado la semana pasada. Los trabajadores, sin embargo, consideran que esas respuestas se parecieron más a un baile de aguas que a otra cosa porque la multinacional no atendió a los hitos señalados en su propio informe del ERE, el documento de casi doscientos folios en el que se recoge el presuntamente mal estado contable de la fábrica. Y dicen "presuntamente" porque siguen sin creerse ese diagnóstico (que no hay parabrisas porque no se fabrican coches) porque la patronal de fabricantes de automóviles tiene un punto de vista distinto a Saint-Gobain.

Las 37 preguntas formuladas por los trabajadores iban encaminadas a probar la tesis de la parte social: que Saint-Gobain Cristalería ha estado "años" vistiendo un santo –su fábrica de Kénitra, en Marruecos– desvistiendo otro –el de Avilés–. En este punto los trabajadores asturianos se valoraron: la media de experiencia es de veinte años, la capacidad productiva está entre las más altas de Europa.

Por otro lado, el eurodiputado socialista asturiano Jonás Fernández, ayer presente en Avilés en el acto institucional de colocación de la bandera de Europa en el balcón del Ayuntamiento, anunció que espera tener "pronto" noticias referidas a Saint-Gobain, más en concreto sobre la pretensión de la compañía de cerrar la división de parabrisas (Sekurit) de la fábrica de Avilés. El eurodiputado tuvo la semana pasada una reunión con el comité de empresa, que le pidió que buscase la forma de lograr algún tipo de apoyo de la Unión Europea (UE) en su lucha por evitar el despido. Fernández indicó en declaraciones a la prensa que ha compartido la preocupación por el futuro de Sekurit con otros eurodiputados y que juntos están analizando si la pretensión de la multinacional francesa tiene encaje en la normativa europea. "Creo que hay sustancia para pensar que Saint-Gobain podría estar actuando fuera del marco normativo", declaró el eurodiputado.

También se pronunció sobre el futuro de la industria en Europa el consejero de Hacienda y Fondos Europeos del Principado, Guillermo Peláez. En concreto dijo: "La UE debe ser valiente para proteger su industria. No se trata de renunciar al principio del libre comercio internacional, pero el mismo debe ser justo. Y por eso, Europa debe ser valiente y poner aranceles que igualen los costes de producción industrial de todas las regiones".

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