Calificación: *** | Director: Pablo Larraín.Guión: P. Larraín, Guillermo Calderón y Alejandro Moreno. Fotografía: Sergio Armstrong. Música: Nicolás Jaar. Intérpretes: Mariana di Girolamo, Gael García Bernal, Santiago Cabrera, Mariana Loyola, Catalina Saavedra, Antonia Giesen, Josefina Fiebelkom, Paula Luschinger, Paula Hofmann, Paola Giannini. Duración: 102 minutos. Nacionalidad: Chilena.

Hay en ella brotes de creatividad que denotan que detrás de las imágenes hay un creador que se mueve por derroteros personales y sorprendentes, pero lo cierto es que no estamos ante lo mejor de la obra del cineasta chileno Pablo Larraín. Ese honor corresponde, sin duda a 'No' y a 'El Club', probablemente a esta última, un alegato contra los miembros de la iglesia católica chilena recluidos en un lugar aislado acusados de cometer actos de pedofilia.

En 'Ema' se asiste al retrato de una mujer muy de nuestros días, una profesora de música y de danza, sobre todo del denominado reguetón, que acaba de pasar por un trance humano terrible que ha golpeado intensamente lo más intimo de su condición de mujer. Presentada en el Festival de Venecia, no se acordó nadie de incluirla en el palmarés.

Cuando el espectador descubre a Ema, la joven está atravesando los peores momento de su vida. Son los que revelan su incapacidad y también la de su marido, Gastón, para criar al hijo de ambos, un niño adoptado que no ha establecido con sus progenitores los lazos de un amor auténtico. Prueba de ello es que ambos han optado por entregar a su vez al pequeño en adopción, elevando los niveles de una crisis que hace aguas por todos los flancos de la relación y que pone en seria duda cualquier tipo de reconsideración.

Es entones, por otra parte, cuando se incrementa notoriamente la influencia de una música que se convierta en instrumento de terapia y de recreación artística y el momento en el que el factor sexual, arropado con un tercer figurante, Aníbal, reivindica un protagonismo que pasa por escenas de lesbianismo que tienen más un sentido estético que sexual. Muchos y delicados elementos, desde la maternidad frustrada hasta el sexo liberador y la magia de la música y el baile, inmersos en una película que tiene destellos de clase pero que no cala ante un público que no siente la verdad de lo que supuestamente se le ofrece. Con la presentación, por vez primera en un papel protagonista, de una Mariana de Girolamo que puede dar buenos frutos a corto plazo.