El franco-argentino Gaspar Noé ha ofrecido en Cannes una nueva propuesta cinematográfica arriesgada con "Clímax", cinta psicodélica y de coreografía envolvente que viaja al infierno de las drogas.

Tres años después de escandalizar en el certamen fuera de competición con "Love", una historia de amor que dejaba poco espacio para las sutilezas, el cineasta ha encontrado esta vez un hueco en la Croisette en la Quincena de Realizadores, sección paralela e independiente del festival.

La cola registrada antes del estreno reflejaba el interés por un director que no deja indiferente: aunque gran parte del público le aplaudió con fuerza, no faltaron quienes abandonaron la proyección de forma progresiva.

Tráiler de 'Clímax'. Vídeo: Youtube

Noé, nacido en Buenos Aires en 1963 y radicado en Francia, cuenta la historia de un grupo de bailarines que prepara su próximo espectáculo en un edificio aislado. La fiesta organizada tras su último ensayo, con alcohol y otras sustancias, deriva muy pronto en un abismo.

"Es bastante posible que esté inspirado en una experiencia personal", insinuó el director, que, entre otras, en Cannes ha presentado en competición "Irréversible" (2002) y "Enter the void" (2009) y fuera de ella el cortometraje "Sida" (2006).

A excepción de la actriz argelina Sofia Boutella, el resto del reparto eran bailarines profesionales, a los que dejó que improvisaran tanto gran parte de las coreografías como de los diálogos.

"Cuando trabajas con gente no acostumbrada a actuar, es mejor dejar que fluya la corriente", añadió Noé tras el pase, en el que prefirió no detallar las motivaciones de su filme, que ofrece al mismo tiempo una reflexión sobre la vida, la muerte y las relaciones sexuales.

La Quincena nació hace 50 años y en su voluntad de descubrir filmes de jóvenes autores y de saludar las obras de directores reconocidos ha seleccionado este año otros como "Pájaros de verano", de los colombianos Ciro Guerra y Cristina Gallego, o "Petra", del español Jaime Rosales.