El Hermanos Antuña demanda la sustitución del campo de fútbol y la pista de atletismo

El principal estadio de Mieres tiene muy deteriorados tanto el césped artificial como el tartán, con quejas de los clubes deportivos

Estado de la pista de atletismo de Mieres. | D. M.

Estado de la pista de atletismo de Mieres. | D. M. / David Montañés

La zona deportiva del Batán recibió en 2008 una inyección de 5,3 millones de euros que se centró en dos actuaciones preferentes, la construcción de un nuevo pabellón de hockey (Visiola Rollán) y la rehabilitación del estadio de fútbol (Hermanos Antuña). Desde entonces, este último equipamiento no ha dejado de demandar nuevas obras, con actuaciones, entre otras, en los vestuarios (250.000 euros), la grada de preferencia y la renovación de la iluminación (110.000 euros). A pesar de este constante flujo inversor, el Hermanos Antuña sigue presentando carencias. Y no se trata de penurias menores. El Caudal Deportivo reclama la renovación del terreno de juego, con la instalación de un nuevo césped artificial. El Club Atletismo Mieres hace lo propio con la pista de atletismo.

Un partido reciente del Caudal Deportivo en el Hermanos Antuña. | firma

Un partido reciente del Caudal Deportivo en el Hermanos Antuña. | firma / David Montañés

La actuación que se abordó en 2008 en el Hermanos Antuña incluyó la sustitución de la vieja pista de atletismo. En este caso, el cambio, más que insuficiente, acabó siendo un desastre. Tras las obras, la pista no fue homologada. El ancho de las calles varia a lo largo del recorrido y el carril de rodadura que se habilita normalmente en la zona exterior se colocó en la parte interior. De esta forma, la cuerda de 400 metros excede por mucho esa distancia. Además, se eliminaron el foso de 3.000 metros obstáculos, la zona de salto de altura y también la de longitud, ésta última repuesta posteriormente. El resultado es que no se pueden organizar ni juegos escolares.

A los citados problemas que se arrastran desde 2008 se ha sumado uno nuevo. La pista de atletismo presenta graves desperfectos en varias zonas, incluida la recta principal. El tartán se ha levantado a lo largo del recorrido, lo que dificulta la actividad del Club Atletismo Mieres, que tiene en su escuela de formación a decenas de niños. La entidad ya ha trasladado al Ayuntamiento la necesidad urgente de sustituir una pista que actualmente está "impracticable".

Plaga de lesiones

Si en el Hermanos Antuña no se puede correr, no menos insólito resulta que tampoco ofrezca buenas condiciones para la práctica del fútbol. El Caudal Deportivo demandó recientemente la mejora del césped artificial del estadio ante la plaga de lesiones que está generando su mal estado. El presidente de la entidad deportiva, Luis María García, expresó su "preocupación" y la de toda la directiva y pidió la implicación de las administraciones para sufragar el gasto de la obra. La estimación es que el coste de la renovación de la hierba artificial del estadio, que lleva tres lustros en servicio, sería de unos 200.000 euros. Se trata de un problema similar al sufrido en el campo de Los Llerones, en Sama, donde se produjeron también numerosas lesiones entre los jugadores del Alcázar C. F. Las obras de renovación del césped también fueron ampliamente demandadas y están ya concluidas. La directiva del Caudal sostiene que el césped del Hermanos Antuña "necesita un cambio, eso es algo más que evidente".

Se quejan de la acumulación de lesiones musculares graves, que relacionando con el estado del campo, "que se ha vuelto muy duro". El equipo mierense milita en Tercera Federación.

La última mejora en el Hermanos Antuña se abordó el año pasado. Los campos de fútbol de Mieres alumbraron, en general, una mejora significativa. El Ayuntamiento invirtió 260.000 euros en nuevos sistemas de iluminación. La actuación conllevó tanto un incremento de la visibilidad que favorece la practica deportiva, como un ahorro para las arcas municipales que podría rondar el 80 por ciento en las facturas, ya que se ha instalado tecnología Led. Además, las modernas torretas se adaptan a las condiciones del tiempo, regulando cada foco de manera independiente para adecuarse, por ejemplo, a la niebla o la lluvia. Antes se habían habilitado en el Hermanos Antuña unos nuevos vestuarios. Las obras para la construcción de estos espacios se abordaron en 2020, con una inversión de casi 250.000 euros.