Los jóvenes langreanos alzan la voz

Pablo Hidalgo tiene nueve años y reconoce que viajar a Neerpelt (Bélgica) con sus compañeros del coro de Voces Blancas del Nalón "fue una experiencia rara". Era la primera vez que viajaba sin sus padres, pero mereció la pena porque el coro langreano se hizo con un primer premio en la categoría de coros mixtos juveniles en el "Festival europeo de música para jóvenes", en el que participaron 94 coros de todo el mundo.

A Pablo le parece "muy buena idea" eso de reunir a todos los coros durante unos días para compartir experiencias y aprender nuevas técnicas de canto y de rítmica en los talleres en los que participaron.

Lo mismo piensa Fabio García. Él, del grupo de los de más edad, explica lo que vivieron en Bélgica entre el 26 y el 29 del pasado mes de abril. "Primero hubo una breve presentación de los coros en un escenario con las banderas de todos los países participantes. Luego se celebró el concurso, la entrega de premios y el desfile. También participamos en talleres con expertos que nos enseñaron diferentes técnicas".

Pero lo que se llevó Fabio García de ese encuentro no fue solo ese primer premio y los nuevos conocimientos adquiridos", sino el buen rollo, la amistad, la compenetración y fraternidad, entre nosotros y con gente de otros coros, el cero nivel de competitividad que había y la buena relación con un coro de Ecuador, que eran todos majísimos, como los eslovacos o los austriacos".

Los asturianos hicieron gala de su origen y cantaron ante cientos de personas el "Santa Bárbara bendita". "Somos de la cuenca y teníamos que llevar esa canción", subraya Fabio García. Además, cantaron composiciones en inglés y congoleño.

El coro de Voces Blancas del Nalón sufrió un importante varapalo con la pandemia. Eran más de un centenar de componentes en las distintas formaciones y ahora rondan la treintena. "Queremos que los jóvenes se acerquen a nosotros, que vengan a conocernos y se apunten al coro", dice la directora, Sofía Nevado. Orgullosa tras el papel que hicieron en Bélgica quiere aprovechar para animar a nuevos coristas. "Después de la pandemia parece que habíamos desaparecido, pero seguimos aquí y queremos seguir aquí, formar parte de la Cuenca del Nalón y que se nos conozca más", concluye Nevado.

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