Hay alimentos que pueden matar. La necesidad y, probablemente más, el impulso por descubrir sabores diferentes ha llevado a la humanidad a lo largo de la historia a probar permanentemente nuevos alimentos.

Algunos son imprescindibles para formar parte de una dieta saludable, otros no tanto, y un pequeño grupo de ellos pueden resultar tan peligrosos que, en circunstancias concretas y como casos extremos, llegan a costar incluso la muerte. Nada que ver con los "riesgos" de la carne procesada con los que la OMS ha sembrado la alarma esta semana.

Estos son algunos de ellos:

Fesikh

El fesikh es un tipo de pescado que se deja secar al sol y después se cura con sal cuyo consumo es muy popular en Egipto. Se come sobre todo en la fiesta de la primavera, pero si no se prepara correctamente se pueden desarrollar bacterias que ocasionan intoxicaciones y botulismo.

Sannakji

El sannakji es un plato de pequeños pulpos típico de Corea que se sirve crudo, generalmente en trozos y condimentado con sésamo. Se come inmediatamente, por lo que en ocasiones es posible ver cómo los tentáculos siguen retorciéndose en el plato. Precisamente ahí radica el peligro: hay que masticarlo bien antes de tragarlo porque de lo contrario las ventosas podrían adherirse a garganta y causar incluso la muerte por asfixia.

Ackee

El ackee es una planta que se considera un manjar, por ejemplo, en Jamaica, pero sólo la parte amarilla de la flor es comestible. El resto es altamente peligrosa y puede originar un envenenamiento que causa pérdida del tono muscular, vómitos, convulsiones, coma e incluso la muerte. No hay nada que temer cuando esta planta ha sido preparada y envasada.

Pez globo

El pez globo, que en la cocina tradicional japonesa se conoce como 'fugu' y es servido como 'sashimi' y 'chirinabe', requiere de una preparación especial para eliminar las partes tóxicas y su contaminación. Este proceso está especialmente controlado por normativas específicas. Si no se hace correctamente, su contaminación podría llegar a causar la muerte.

Casu Marzu

El casu marzu es un queso típico de Cerdeña y de Córcega famoso por contener larvas de moscas, es decir, gusanos. Más allá de tener estómago para digerirlo, existe el riesgo de que estos gusanos puedan alojarse en los intestinos si sobreviven a la digestión, causando diferentes problemas de salud, como diarreas y vómitos. En cualquier caso, estos problemas no ponen en riesgo la vida de los afectados.

Yuca

La yuca o mandioca, típica de América del Sur, puede causar graves problemas si no se cocina de forma adecuada. La linamarina y la lotaustralina, dos sustancias que la yuca contiene en cantidades pequeñas, pueden producir cianuro durante el procesado y causar intoxicaciones.

Setas

Hay multitud de tipos de setas, y la cultura en torno a ellas y a su valor culinario se acrecienta cada día. Sin embargo, no sólo no son todas comestibles, sino que algunas de ellas son altamente tóxicas. Por eso, su recolección y consumo siempre debe estar supervisada por un experto. De lo contrario, pueden convertirse en un riesgo incluso mortal.

Cacahuetes

Los cacahuetes son absolutamente inofensivos para la inmensa mayoría de la población. Los podemos encontrar como aperitivo en bares y de múltiples formas en el supermercado. En Estados Unidos, además, es muy popular la crema de cacahuete, con la que se preparan sándwiches. Sin embargo, para al pequeño porcentaje de la población que es alérgica a esta legumbre le puede causar una reacción anafiláctica e incluso la muerte.

Brotes de soja

Los brotes de soja que encontramos en el supermercado no deberían representar ningún riesgo para la salud. Sin embargo, en ocasiones se han producido casos de contaminación, debido fundamentalmente a una manipulación incorrecta. Algunos de los problemas detectados han tenido que ver con la presencia de bacterias como 'E. coli' o 'salmonella'.

Leche no pasteurizada

La leche de vaca forma parte de la dieta de cada día de la mayoría de las personas, pero no muchas se sabe que su tratamiento previo es imprescindible. Pese al interés de algunos consumidores, consumir leche sin procesar, sea de vaca, oveja o cabra, supone exponernos a bacterias que pueden causarnos importantes problemas de salud.