No hay nada mejor que un vaso de horchata fresquita en pleno verano. Esta bebida típica de la Comunidad Valenciana tiene un alto poder refrescante y es apta para intolerantes a la lactosa y celíacos ya que no lleva ni gluten ni lactosa.

En su receta original, la horchata lleva una cantidad enorme de azúcar, pero hoy vamos a ver una opción más saludable, una horchata sin azúcar y, además, casera. Es muy fácil de hacer, solo hay que tener paciencia y dedicarle unos 20 minutos. ¡Manos a la obra!

Ingredientes:

  • 1 litro de agua
  • 250 gramos de chufas secas
  • Stevia o sucralosa

Elaboración:

Para empezar, hay que hidratar las chufas. Ponlas en un bol con agua, que las cubra, y tápalo con un paño de cocina. Deberías tenerlas entre 24-48 horas en remojo y si ves que alguna chufa flota, retírala porque eso significa que está mala.

Una vez bien remojadas, mételas en la batidora junto con 500 ml. de agua, y las trituras bien hasta conseguir una pasta. Agrégale el resto del agua y mezcla todo bien.

Coge una jarra y pasa la pasta por un colador presionando con una espátula para ir sacando el jugo. Como es posible que hayan pasado trocitos de chufa o impurezas, cuela la horchata dos o tres veces más para que quede bien líquida y sin grumos.

Guárdala en la nevera para que cuando la sirvas este bien fresquita, pero antes pruébala. Si no eres muy goloso o golosa, puede que prefieras dejarlo así. Si te parece que está un poco amargo, ponle una o dos cucharaditas de sucralosa, eso al gusto. Remueve bien la mezcla y ¡voila! Tendrás lista esta bebida blanca que tanto gusta.

A la hora de servir puedes añadirle un poquito de canela, aunque esto es opcional.