En Gijón las flores apetece comérselas. Bollos preñaos de rosas, arroz con leche y paniculata, y tortos de maíz con hipericum son algunos de los platos cocinados por floristas asturianos para el LXVII Congreso nacional del sector. El evento, que acoge la ciudad desde hoy hasta el domingo, mostrará a 400 profesionales de toda España las costumbres gastronómicas de la región a través de composiciones florales, hechas a partir de 4.000 tallos. El menú también incluye culinos de sidra con el escanciado de dos tipos de plantas: solidago y oncidium. "Ha sido todo un reto profesional", asegura la presidenta del comité organizador, Elisa María Prados, de La Felguera.

El Congreso de la Asociación Española de Floristas fue presentado ayer en el Ayuntamiento por el gerente de Divertia, Jorge González- Palacios, y el presidente del colectivo organizador, Alejandro Lliso. De forma paralela a este encuentro, el recinto ferial Luis Adaro acogerá la Copa de España de Arte Floral, de la que saldrá el representante para el campeonato europeo, que tendrá lugar en 2020 en Polonia. El sector comienza ahora a "ver la luz al final del túnel". "Hemos atravesado una crisis muy grande y todavía estamos saliendo de ella", afirma Lliso, quien subraya que los profesionales del sector no sólo venden flores, sino que "diseñan, decoran y realizan composiciones de todos los estilos". Como muestra, la que presentará este fin de semana el comité asturiano, con homenaje a la gastronomía la mina y la mar, en cuatro espacios diferentes: la iglesia de San Pedro, el hotel Abba Playa Gijón, y los restaurantes Bellavista y Las Delicias.

Los floristas Elisa María Prados, Ramón Marqués, Marta de la Fuente e Iván de la Fuente, que componen el comité organizador, vestirán San Pedro con una "decoración alegre, pero vanguardista". "En vez de los típicos centros, vamos a colocar paneles de tres metros de altura", explican. En el restaurante Bellavista colocarán motivos marineros, mientras que en Las Delicias elementos relacionados con la sidra. El menú floral se servirá en el hotel Abba con la exposición de una cocina de carbón. "Todos los elementos gastronómicos los hemos hecho con flores: desde arroz con leche y tortos con picadillo hasta fabada y bollos preñaos. Ha sido muy difícil, porque no se trata sólo de sorprender al público, sino a profesionales. Tuvimos que ser creativos a la vez que muy técnicos", detallan Elisa María Prados e Iván de la Fuente.

Por ejemplo, el arroz con leche lleva como ingredientes paniculata y una ramita de canela; los tortos, hipericum para recrear el picadillo; y los bollos preñaos, statis, bouvardia y rosas en vez de chorizo. Para dar forma a todas estas recetas, los cocineros florales tuvieron que dedicar "muchas horas de trabajo". "El martes estuvimos hasta las cinco de la madrugada", confiesan.