En los años 50 se empezaron a fabricar los hornos microondas pero no fue hasta la década de los 70 cuando este electrodoméstico irrumpió en los hogares de EEUU. En España tardó en instalarse algo más, entre finales de los años 80 y la década de los 90.

Este aparato revolucionó las cocinas domésticas y fulminó los tiempos de preparación de las comidas. A día de hoy continúa siendo una herramienta muy práctica con la que además se pueden cocinar platos sanos, deliciosos y en pocos minutos.

No obstante, no todos los alimentos quedan bien tras pasar por el microondas; algunos ver mermado su sabor, otros su textura y otros pierden en propiedades.

Carnes procesadas

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Salchichas, chorizo, bacon, fiambres, hamburguesas preparadas... todos estos manjares llevan conservantes y otras sustancias químicas que prolongan su fecha de caducidad. Lo que se sabe menos es que el microondas puede volver tóxicas estas mismas sustancias.

Los conservantes que se usan para preservar la carne pueden volverse aún peores para la salud. La exposición a la radiación del microondas contribuye a la formación de productos de oxidación de colesterol (COPs) y esto puede llegar a perjudicar las arterias.

Frutas y verduras

Alimentos como el ajo, el brócoli o el maíz son algunos de los que podríamos plantearnos calentar en el microondas. No obstante, esta acción es bastante perjudicial, ya que pierden multitud de propiedades y nutrientes.

En el caso del maíz, la mejor opción para consumirlo es cocerlo en una olla, ya que, si lo haces de otra manera, éste perderá el 35% de su capacidad para combatir los radicales libres.

El brócoli, perdería el 97% de sus propiedades antioxidantes, un porcentaje que no deberíamos pasar por alto. Y finalmente, calentar el ajo inactiva por completo la alinasa, el ingrediente que hace que este producto sea anticancerígeno.

Huevos

El huevo duro es uno de los principales causantes de los accidentes generados con este aparato. Al calentarlo en el microondas se generan pequeñas bolsas de agua dentro de la yema, lo que hace que estas se sobrecalienten muy por encima de la temperatura normal de ebullición. Cuando las bolsas sobrecalentadas se pinchan, o se muerden como en el caso que os comentamos más abajo, acaban explotando.

Arroz

El arroz es uno de los candidatos preferidos por muchos para llevar en un tupper, ya que se trata de una receta sabrosa, sencilla y nutritiva. Sin embargo, si se recalienta de una forma inadecuada puede provocar malestar digestivo, llegando a provocar incluso el vómito. Las bacterias que contienen los granos de arroz se multiplican cuando una vez cocinados los dejamos reposar a temperatura ambiente. Al recalentarlo estas bacterias no mueren y pueden afectarnos de forma perjudicial. Por ello, es aconsejable no dejar reposar más de una hora el arroz. Si pretendes llevarlo en tupper, lo mejor sería guardarlo en la nevera hasta que llegue el momento de marcharnos al trabajo.

Pollo

En el momento en el que recalentamos un pollo, la composición de la proteína que contiene este alimento sufre algunos cambios que pueden causarnos problemas digestivos. Y es que, la carne de pollo es propensa a incubar bacterias, por lo que es recomendable dejar reposar el alimento, recién cocinado, a temperatura ambiente, para después introducirlo en la nevera. Cuando queramos comerlo, tendremos que meterlo en el microondas y removerlo alguna vez, para que así, se caliente uniformemente. Si quedan partes frías podrán aparecer bacterias.

Palomitas

Decir que las palomitas no deben introducirse en el microondas es una afirmación que sorprendería a cualquiera. No obstante, la razón tiene que ver con su envoltorio.

Las bolsas que las contienen suelen llevar ácido perfluorooctanoico, también conocido como C-8, una sustancia indestructible que si se acumula en el organismo puede llegar a causar cáncer, esterilidad y problemas en el hígado, entre otras enfermedades.

Leche y mantequilla

Cuando derretimos mantequilla en el microondas estamos haciendo que pierda su valor proteico. Esto se debe a que el calor que proyecta el aparato no es el más adecuado para estos alimentos.

Por su parte, la leche calentada en el micro pierde la mitad de los nutrientes que normalmente nos proporciona y, además, se elimina por completo la vitamina B12.