Pelamos los tallos de los hongos, los fileteamos y los cocemos con otra cazuela junto con el agua y la leche.
Por otro lado, pelamos la trufa y echamos la piel a la cocción anterior.
Una vez cocidos los tallos los trituraremos y colaremos la mezcla; nos quedará un puré muy aromático.
Saltearemos las cabezas de los hongos con fuego bastante vivo y las reservaremos.
Pochar la cebolla hasta que esté blanda pero sin que llegue a dorarse; en el momento en el que esté blanda añadiremos el arroz y lo rehogaremos, cubriremos la mezcla con 600 cl de caldo y dejaremos que cueza durante unos 14 minutos; si después de este tiempo nos quedase todavía un poquito de caldo, lo escurrimos y lo dejamos enfriar.
Para la presentación, calentamos el arroz en una cazuela con una cucharada de aceite, añadimos el puré que habíamos realizado con los tallos de los hongos y la trufa (aproximadamente 3 cucharadas), y removemos enérgicamente para que no se nos pegue a la cazuela durante 4 minutos.
Tras ese tiempo sacaremos del fuego y serviremos en cada plato la cantidad de arroz que consideremos, lo adornaremos con los sombreros de los hongos que habíamos reservado y rallaremos un poquito de trufa.