Al play-off se ataja por Huesca: vital triunfo del Oviedo en El Alcoraz (0-2)

El Oviedo, dirigido por Borja Sánchez y reforzado por su solidez defensiva, regresa al camino del triunfo y se mete en puestos de promoción a Primera

Nacho Azparren

Nacho Azparren

En pleno travesía de dudas, el Oviedo encontró un atajo en Huesca que le lleva un poco más cerca del play-off. Una vía maravillosa ahora que todos los candidatos se amontonan en un atasco en el que pesan las piernas, pero no tanto como la responsabilidad. Y lo hizo el Oviedo con nuevos bríos. Los que ofrece un Borja Sánchez recuperado para la causa. El regreso, más tarde que nunca, del hijo pródigo. Fue el mejor. Y con algunas virtudes que parecían olvidadas, como la seguridad defensiva. Con la suma de todos los factores se dio un triunfo, sufrido y disfrutado a partes iguales, que lanza al Oviedo en la carrera por el ascenso en las cuatro fechas que restan.

Huesca
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0 2
Real Oviedo
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0-1, min. 50: Paulino. 0-2, min. 92: Borja Sánchez.

Alineación Huesca

Álvaro (1);
Nieto (1), Blasco (1), Pulido (1), Martos (1);
Kortajarena (1), Sielva (1), Javi Mtnez. (1);
Tresaco (0), Obeng (0), Vallejo (1).

CAMBIOS

Javi Mier (1) por Javi Mtnez., min. 46.
Elady (1) por Obeng y Joaquín (1) por Tresaco, min. 57.
Vilarasa (1) por Martos, min. 61.
Bolívar (1) por Kortajarena, min. 72.

Alineación Real Oviedo

Román (2);
Viti (1), Luengo (2), Calvo (2), Pomares (2);
Paulino (1), Seoane (2), Colombatto (1), Borja S. (3);
Masca (1), Alemão (1).

CAMBIOS

Bastón (1) por Alemão y Dubasin (2) por Masca, min. 63.
Bretones(1) por Pomares y Moyano (1) por Paulino, min. 74.
Cazorla (1) por Colombatto, min. 85.


González Francés (comité canario). Amonestó a los locales Pulido.

El Alcoraz: unos 7.000 espectadores, con unos 300 oviedistas en la grada,

Carrión dio rienda al 4-4-2 que le había dejado más a gusto la semana pasada y la apuesta solo le salió a medias en un primer tiempo más trabado que de costumbre. Porque el dibujo con dos delanteros incordió al Huesca en su salida, siempre incómodos los locales. El problema es que los azules -de rosa esta vez- no encontraron muchas vías con la pelota. Parece lógico: la apuesta por dos delanteros puros, como Masca y Alemão promete más pólvora pero sacrifica algo de control.

Sin embargo, la novedad o fue tanto el esquema como la apuesta en la banda izquierda, esa que había sido indiscutible hasta ahora. Bretones dio paso a Pomares y Moyano a Borja en lo que pareció un guiño a los estados de forma. Y lo cierto es que no estuvieron mal las novedades en el ala zurda: el juego del Oviedo se inclinó hacia ella, con Borja Sánchez moviéndose en posiciones más centradas, pidiendo siempre el balón.

Trató el Oviedo de encontrar grietas en el muro oscense, pero aparecieron en pocas ocasiones. Y eso que al minuto ya había avisado Masca, en un centro de Borja que prolongó Paulino. Del Huesca hubo muy poco en el primer acto. Sus opciones, escasas, se limitaron a la estrategia. Lo dejó claro Martos al cabecear un córner alto.

A Paulino, inquilino en al derecha, le tocó un rol similar al del Borja: extremo imantado al centro. El cántabro entró menos en juego pero suya fue la más clara de la primer mitad. Le cayó una pelota sin dueño en el área pero su volea salió desviada.

El habitual juego de combinación de los de Carrión se vio limitado, da la sensación de que la ausencia de un media punta no ayudaba. De los delanteros se supo poca cosa. Ambos problemas -jugada elaborada y presencia de los arietes- se solventó una vez, a los 33 minutos, para rodar la jugada de más mérito del Oviedo en el primer tiempo. Paulino sacó limpio para Colombatto y este encontró a Alemão. Cedió en largo el brasileño a la carrera de Masca, que controló y probó. Desviado.

Tras evitar Luengo un incendio con un despeje in estremis, la última antes del descanso fue visitante. Seoane encontró a Viti entre líneas y el de Laviana controló y probó fortuna: demasiado centrado. La sensación al descanso es que ambos contendientes, Huesca y Oviedo, se habían conformado con poco hasta el momento. Y que, además, el segundo tiempo traería más curvas. Más que nada porque menos bagaje ofensivo resultaba complicado ver.

Y no tardó en confirmarse la idea, con buenas noticias para el Oviedo. Sensacionales. El premio llegó a los 51 minutos y se cocinó, parece justo, en la izquierda. Allí avanzó Borja para salir de su marca con talento y dejar a Pomares, que centró con la derecha. Al envío se lanzó Paulino como más fe que su vigilante para cabecear directo a la red. En un choque de mínimos, un gol podía ser una montaña.

El gol no cambió mucho las cosas (Masca amagó con el segundo de seguido) aunque los cambios locales sí agitaron algo más el choque. Con Joaquín y Elady, el Huesca fue más punzante. El Oviedo trató de meterle cloroformo con el balón -solo lo logró a ratos- pero salir vivo exigía más sacrificios, como la solidez atrás. De esto mostró músculo Luengo en un doble bloqueo providencial al intento de Martos.

No quiso esperar Carrión a que se le complicara la cita y metió más oxígeno. Bastón y Dubasin al verde por Masca y Alemão. Nueva pareja de ataque.

Pudo llegar la sentencia a mucha distancia del final en una contra carbayona a la que solo le falló la definición. Dubasin recortó y encontró a Colombatto, que condujo y cedió atrás. Borja llegó libre en el área y su definición, a la que le faltó malicia, chocó con Blasco. Dio la sensación de que ahí estaba el atajo al triunfo y que el Oviedo había elegido el camino del sufrimiento. Se confirmó a los 76 minutos, cuando el colegiado señaló un penalti a favor del Huesca por mano de Luengo. El VAR llamó a orden a González Francés y, ¡esta vez sí!, el árbitro atendió a la sugerencia del videoarbitraje: penalti anulado. Sirvió la escena de tensión para anunciar un final en el que al Oviedo le tocaría tirar de fe y orgullo. El fútbol quedaba, ahora, en un segundo plano.

Los últimos minutos supusieron un susto tras otro. Calvo tapó un remate de Joaquín a los 85. En el 86, Javi Mier estuvo cerca de hacer aún más cruel la ley del ex. A los 89: manopla salvadora de Leo Román a disparo dañino de Nieto, otro ex.

Sufrió el Oviedo de lo lindo en ese tramo pero sacó la cabeza y respiró. Lo hizo, además, con un final más plácido del imaginado, pues Borja Sánchez, el mejor sobre el verde, cerró el choque con un zurdazo a la contra. Pudieron ser tres porque Bastón anotó la sentencia, pero quedó anulado por fuera de juego. 

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