La solidaridad de Ana Obregón lejos de toda polémica: "No han sido solo 100.000 euros"

"Mi sentido del ridículo tiene un límite", ha dicho Lequio

Desmienten a Ana Obregón y aclaran la auténtica cantidad que ha donado a la fundación de su hijo: "No han sido 100.000 euros"

Desmienten a Ana Obregón y aclaran la auténtica cantidad que ha donado a la fundación de su hijo: "No han sido 100.000 euros"

Ana Obregón se sentó el pasado viernes en el plató de '¡De Viernes!' y, a diferencia de otras entrevistas, en esta ocasión dejó entrever que Alessandro Lequio ya conocería a la pequeña Ana Sandra. A pesar de que no quiso responder claramente por "el respeto a su intimidad" que quiere el padre de su hijo Aless, su sonrisa ante la pregunta de si abuelo y nieta ya se habrían visto y tendrían contacto fue una confirmación para muchos.

Además, la bióloga se defendió de las críticas porque la niña fuese concebida a través de gestación subrogada con semen congelado de su hijo, y reveló que fue el propio Lequio el que le dio la idea para cumplir con la última voluntad que Aless les pidió a ambos antes de fallecer.

Declaraciones sobre las que le han preguntado hoy al tertuliano en su cita diaria con 'Vamos a ver'. Muy serio y sin ocultar su hartazgo con el interés que existe por saber si tiene contacto con Ana Sandra, ha dejado claro que no quiere que le vuelvan a preguntar por este tema: "A ver como lo digo. Mi sentido del ridículo tiene un límite porque tener que responder una vez más a lo mismo hace que me sienta estúpido, de verdad" ha reconocido.

"La gente parece que no se da cuenta, pero cuando una persona sufre un gran duelo en la vida, el dolor no desaparece. Aprendes a convivir con él, pero no desaparece" ha confesado refiriéndose al fallecimiento de Aless, asegurando con contudencia que "he dicho que no quiero hablar de nada que tenga que ver con mi hijo desde el primer día y eso lo voy a hacer. "No voy a hablar de nada que tenga que ver con mi hijo. Lo siento. Yo no soy responsable de lo que haga Ana" se ha plantado.

Una tajante respuesta para zanjar las preguntas relacionadas tanto con Aless como con su nieta, tras la que sí ha querido puntualizar algo. Y es que Obregón no ha donado 100.000 euros por los derechos de autor de su libro a la Fundación Aless Lequio, que  nace con el único objetivo de recaudar fondos para potenciar la investigación contra el cáncer, sino exactamente 127.000.

Ana Obregón saca a la luz el testamento íntegro de su hijo

Una de las polémicas que le han rodeado desde que se publicara la portada en la que se anunciaba que había sido madre subrogada en Miami, es si Alessandro Lequio habría estado al tanto de la situación y si estaría de acuerdo o no con ello. Recordaba cómo fueron las últimas semanas en las que no se alejó de su hijo, aquellas en las que Alessandro pidió a sus hermanas que viajaran a Barcelona para poder estar a su lado ya que temía por su bienestar cuando su hijo falleciera.

Con los ojos llenos de lágrimas, visualizando cómo estaba su hijo en sus últimos días, comentaba cómo Aless les contó su deseo: "Mira mami, papá, si a mí algún día me pasa algo, yo quiero dejar en este mundo algo mío. Yo quiero que utilicéis el semen". Como no podía ni moverse de la cama, debido a lo débil que estaba, le acercaron un bolígrafo para que firmara el testamento hológrafo en el que dejó escrito: "En caso de que fallezca, quiero y doy derecho a mis padres a que utilicen este semen para que quede algún hijo o hija mío en la tierra". Este documento está llevado a la notaría y firmado por Alessandro y las hermanas de Ana Obregón.

Defendía que "como cuando un padre se muere y heredas una casa. Yo no he comprado un bebé, yo he heredado", respondiendo a todos aquellos que le tacharon de comprar un bebé por gestación subrogada. Volviendo al papel de Alessandro Lequio en toda esta historia, Ana Obregón desvelaba que él fue quien le recordó que tenía una misión por cumplir y que esa razón de ser le ayudó a sobrellevar el fallecimiento de su hijo. Recordaba: "en ese momento a mí me salvó la vida, porque me hizo volver a la realidad. Entonces abrí la puerta y él no sabía lo que yo estaba haciendo, pero yo creo que lo intuía, porque mis hermanas por eso estuvieron ahí las últimas semanas. Me dice, Ana, tienes algo muy importante, tienes que cumplir la última voluntad de nuestro hijo".