El domingo vi dos caras de una misma moneda. En 'Comando actualidad' se abordó lo que jamás uno podía imaginar, ser pobre a pesar de tener trabajo por mucho que lo hayamos escuchado en los últimos años -Pobres con trabajo se llamó la entrega, que vi en la repetición dominical-.

El programa de reportajes es ya un clásico de la televisión pública -lleva en La 1 desde 2008-, y sus reporteros firman trabajos muy serios. Verán, en España hay 12 millones de personas en riesgo de pobreza -pero el tío del mulo y la recua que lo sigue habla de pamemas, de banderas que se rompen y de humo-. Lo malo, lo peor, es que el 30% de las personas sin recursos tiene un empleo, tómate esa, hijo de Suárez, prueba viviente de que los neandertales nunca dejaron de existir, y sin duda de que tener un padre sensato no garantiza hijos similares. Habla ahora del aborto, jeta. Ser mujer, mayor de 45 años, autónomo, o vivir en un pueblo aumenta las posibilidades negativas.

Los nuevos pobres no pasan hambre y pueden tener casa, estudios y trabajo, pero no llegan a fin de mes. Recojo estos datos de la web del programa, que habló con mujeres que se dedican al calzado en la provincia de Alicante, llevan trabajando más de 30 en el sector, y sólo han cotizado apenas siete, y con hombres y mujeres de otros sectores que decían cosas que dan vergüenza porque su situación tendría que sacar los colores a cualquier sociedad, a cualquier sindicato, a cualquier gobierno. ¿Desde cuándo no vas al cine?, preguntaba la reportera Mila Payo a una señora, y ella, sin pensarlo, respondía, «no he ido nunca en mi vida». ¿Y la otra cara de la moneda? La de los informativos, donde los pobres siguen siendo niños, negros, y africanos. El mundo en paz