'Gran Hermano VIP' congregó el pasado jueves al 31% de la audiencia. La semana anterior subió del 32%. Uno de cada tres espectadores que consumían televisión en la noche del jueves dedicaron su tiempo a seguir las vicisitudes de los habitantes de la casa de Guadalix. Un dato tan contundente que se explica por sí mismo. Que editorializa. Habla con elocuencia más que cualquier tratado teórico sobre los mass media en este primer cuarto de siglo XXI.

El mismo jueves #0 estrenaba los dos primeros capítulos de 'Arde Madrid', precediendo a 'Late Motiv'. Los tres programas del canal de Movistar se colocaron entre los 20 programas más vistos de entre todos los emitidos en los canales temáticos de pago. En principio es un triunfo, pero detengámonos en los datos más concretos. El primer capítulo de la serie de Paco León, publicitada con generosidad, fue visto por 62.000 espectadores (un 0'3% de la audiencia global) y el segundo por 43.0000, una cifra similar al programa de Andreu Buenafuente.

Bien es cierto que 'Arde Madrid', como el resto de series de Movistar, se supone que se consumen mayoritariamente bajo demanda. ¿Pero no les parece raro que después del apabullante despliegue publicitario (en paradas de bus, en banners de las ediciones digitales) la noche del lanzamiento solamente sintieran la curiosidad de ver su arranque 62.000 espectadores? Una minucia frente a los casi cuatro millones que se engancharon al planeta 'Gran Hermano VIP'.

Otro dato del jueves. 'La 2 Noticias', tras su reciente puesta a punto y en horario de tarde, fue vista por el 1'2% (162.000 espectadores) mientras el "apocalipsis" de Pedro Piqueras reunía a un 17'7% (2.882.000 espectadores). Dime qué miras y te diré quién eres. Poco nos pasa sabiendo cómo somos.