Tranquilos, que no se me revuelva nadie, que esto no es un spoiler. La segunda temporada de ´The Handmaid's Tale´ arranca con la muerte simbólica de Defred (Offred, para quienes la vean en Versión Original), personaje que interpreta Elisabeth Moss. No es una muerte real sino metafórica. Tras pegar fuego a su uniforme rojo de criada, el personaje se dispone a renacer de sus cenizas como un ave Fénix para tomar un papel más activo contra el régimen totalitario que oprime a las de su sexo, enterrando su identidad de esclava.

Los nuevos episodios de una de las series más esperadas del año se estrenaron la semana pasada en España en la plataforma HBO. Por una macabra casualidad, la premiere se produjo el mismo día que la sociedad se escandalizaba con la polémica y cuestionada sentencia a los miembros de ´La manada´. Una resolución que esconde un trasfondo ideológico que denuncia esta serie. Nos recuerda que lo peor del mundo de ´The Handmaid´s Tale´ es que se trata de una pesadilla que no está muy lejana. Tras leer determinados comentarios en Internet y en redes, uno no está muy seguro de en qué momento nuestra sociedad puede volver a involucionar de la misma manera en que lo hizo el mundo mostrado en esta serie.

Para los desmemoriados, June era la identidad que Defred tenía antes de que la democracia estadounidense se transformara en la república totalitaria de Gilead. Un régimen machista en el que las mujeres viven como esclavas y las pocas que son fértiles se utilizan para llevar en sus vientres a los hijos de la clase dirigente con un escalofriante ritual que trata de tapar que realmente se trata de una violación. Defred ya era una rebelde pero su papel en la resistencia era más bien pasivo. Todo lo que veamos a partir de ahora es territorio inexplorado porque la novela de Margaret Atwood en la que se basa el argumento terminaba tal y como nos dejaron al final de la primera temporada: Con Defred detenida en un furgón rumbo desconocido tras obtener un breve momento de victoria al impedir la lapidación de una de sus compañeras.

´The Handmaid's Tale´ no es una serie cómoda de ver. Y eso es algo que dejan patente los primeros minutos de la segunda temporada. Sin transiciones y a palo seco nos sumergimos directamente en el horror. En estas escenas nos muestran cómo todo un grupo de criadas son llevadas directamente al matadero, como en los momentos más escalofriantes de ´La lista de Schlinder´ de Steven Spielberg. Me recordó mucho a ese momento en que un grupo de judíos que eran conducidos por los pasillos de Auschwitz, sin saber a ciencia cierta si se dirigían a las duchas o a las cámaras de gas. Este angustioso arranque ya marca al espectador cuál va a ser el tono y se le avisa de que no se le va a dar tregua. La violencia psicológica también puede ser muy dura de soportar.

Era insostenible que June siguiera en la casa donde estuvo asignada durante la primera temporada. Pese a su marcha, no vamos a perder de vista a sus amos, ese matrimonio interpretado por Joseph Fiennes y por Yvonne Strahovski. Es de suponer que no se van a quedar callados cuando June se marche con el hijo que ellos tanto ansían dentro de sus entrañas. June quiere huir y reunirse con la que era su familia.

No sólo vamos a conocer nuevas ciudades y otros escenarios, sino que otros personajes van a aportar su granito de arena. También habrá flashbacks para ver cómo eran sus vidas hasta que se alzó Gilead. Hasta ahora toda la historia se contaba desde la mirada de June. Otros personajes tomarán el relevo para mostrar y veremos otros recuerdos inéditos de June y su familia. Otra de las cosas que van a definir esta segunda temporada, es la ambigüedad moral. Las acciones de las protagonistas no siempre van a ser políticamente correctas y no tienen por qué estar movidas por la bondad. Hay intereses personales, venganzas, odios y otros sentimientos oscuros que el régimen totalitario ha despertado.

A mediados de la primera temporada, parecía que íbamos a perder de vista a Deglen, alguien que desaparecía cuando por fin iba a poner en contacto a Defred con la resistencia. No podemos darla por acabada, porque su personaje es otro de los destacados del reparto. De hecho, vemos su historia antes de que se alzara un mundo que la considera una traidora a su sexo. La actriz que lo interpreta, Alexis Bledel, está en un papel muy alejado del de aquella inocente adolescente que protagonizaba ´Las Chicas Gilmore´.

¿Veremos cómo es la vida en la zona de la resistencia?, ¿son todas las poblaciones de Gilead iguales? Y parece que hay cuerda para rato, porque el productor Bruce Miller asegura que ya tiene pensadas hasta diez temporadas para continuar la historia y en las que va a trabajar codo con codo con la novelista que creó este mundo de ficción. Siempre que no te hagan un ´The Walking Dead´ y se te desmorone la serie en la séptima.