"Alucinado" está Jordi Évole con una posible regulación de la libertad de expresión y aboga por una defensa explícita de los derechos que se han ido perdiendo con los años porque, según afirma a Efe, este sábado "nos llevamos las manos a la cabeza" con opiniones y expresiones "perfectamente toleradas" en los 80.

"Lo políticamente correcto lo ha impregnado absolutamente todo y ahora mismo cuando alguien se sale del carril se convierte en un apestado", opina el periodista catalán, que este domingo regresa a La Sexta con una nueva temporada de 'Salvados'.

El programa celebra este año su décimo aniversario y su presentador cree que puestas en escena como la que hicieron en 2008 con "dos falangistas gays bailando un 'fachachá'" en la explanada del Valle de los Caídos, provocarían hoy la querella de algún colectivo "que no tolera estas cosas".

"Se organizan para amargarte la vida porque siempre hay jueces que tienen una cierta simpatía por este tipo de ideas y que admiten a trámite estas querellas que, de entrada, te roban mucho tiempo", ironiza.

Para Évole (Cornellá de Llobregat, 1974), con el baremo actual de los "puristas que tienen el tarro de las esencias" para decirte lo que está bien y mal, "un genio como Pedro Almodóvar no podría haber triunfado" porque sus primeras películas "seguramente no pasarían el filtro que pasaron en los años ochenta".

Aunque el público le ha respaldado masivamente, el periodista sigue poniéndose "muy nervioso" ante el comienzo de una nueva temporada porque la televisión "cada vez está más difícil" y su fórmula es "inexacta".

Esta temporada arranca con un asunto que "no tiene nada que ver con la actualidad": encerrándose en una casa rural un fin de semana con un grupo de jóvenes con discapacidad, en concreto, con los protagonistas de 'Campeones', la última película de Javier Fesser y candidata española a los Óscar, con los que han charlado, cocinado, reído y llorado.

"Son personas sin filtros, que no están pendientes de lo políticamente correcto y eso para cualquier conversación es maravilloso", elogia Évole, que admite que nunca había sabido cómo abordar el tema y fue al ver la película cuando pensó en hacerlo a través de estos chavales.

Una apertura de temporada, a priori, menos comercial de lo que puede esperarse en el panorama televisivo actual, pero es que, según Évole, los periodistas "nos dejamos marcar bastante la agenda" y a veces se da vueltas a los mismos temas y se presta poca atención a otros.

"Me parece que hemos caído en el error de convertirnos en portavoces de ideas políticas", lamenta el periodista, que considera que la proliferación de un género "tan nuestro" como la tertulia, lo devalúa al convertirlo "simplemente en una disputa a gritos y en una contribución a la crispación".

"Enfocados al espectáculo"

"El hecho de que estemos a veces tan enfocados al espectáculo, a sacralizar la polémica, no sé si nos hace algún favor a nosotros como colectivo, incluso si le hacemos un favor a la sociedad que nos ha tocado vivir", reflexiona Évole.

Pese al enfoque social de muchas de las entregas de 'Salvados', el programa no se olvida de la política y en su cita del próximo fin de semana, coincidiendo con el aniversario de la declaración unilateral de independencia de Cataluña, hace una reconstrucción "casi minuto a minuto" de lo que pasó en las horas previas.

"Pasaron muchas cosas que yo creo que no se conocen y donde la mayoría de políticos, tanto de un lado como de otro, quedan bastante retratados ante la incapacidad de llegar a un acuerdo en una situación tan extrema", explica.

Está satisfecho con la visión "plural y transversal" que ofrecerán con los testimonios de, entre otros, el exministro Rafael Catalá, el líder del PSC, Miquel Iceta; el expresident Artur Mas o los huidos Toni Comín y Anna Gabriel.

"Veremos gran parte de las miserias de la política y cómo a veces, solamente por interés político, te olvidas de tu vocación de servir al ciudadano", remarca.

A quien por el momento no podrá ver el público de "Salvados" es al Papa Francisco: "Ahora mismo para mí es la entrevista más deseada", admite Évole, que concluye: "disparamos a todos lados a ver qué cae".