El lavarropas o lavadora es un electrodoméstico que, junto con el frigorífico se ha vuelto prácticamente imprescindible en nuestras vidas. Los motivos por los que puede oler mal son varios: desde la humedad que se genera al tener la ropa durante mojada demasiado tiempo dentro y que puede favorecer el crecimiento de hongos y bacterias; el exceso de jabón y suavizante; los restos de comida o suciedad que se desprenden de la ropa al lavarla; o tener el filtro obstruido.

Entre las recomendaciones para evitar que el lavarropas huela mal está sacar la ropa inmediatamente después de que termine el programa, usar la cantidad de jabón y suavizante recomendada por el fabricante y limpiar tanto el filtro como el interior de la lavadora regularmente.