Mantener la limpieza, separar los alimentos crudos de los cocinados, cocinar completamente y mantener los alimentos entre los 5 y los 60 grados centígrados, además de emplear agua potable, son las cinco claves que da la Organización Mundial de la Salud (OMS) para garantizar que lo que nos llevamos a la boca no nos haga daño. Los usuarios del Centro de Apoyo a la Integración (CAI) de Arriondas lo aprendieron ayer en el taller que Juan Lampré les preparó en el Centro de Formación del Consumidor de Ribadesella, donde prepararon una estupenda ensalada de frutas y hortalizas con queso fresco y nueces.

Lampré aconsejó "usar diferentes tablas" para cortar los vegetales y las carnes, y así "evitar la contaminación cruzada", algo que también debe hacerse evitando juntar en la nevera y fuera de ella los alimentos crudos con los que ya están cocinados. La sustitución de los utensilios de madera por otros de plástico u otros materiales menos porosos también es recomendable, así como no introducir alimentos calientes en la nevera. "Pero no porque se estropeen, como suele creerse, sino porque se fuerza el motor del electrodoméstico", desveló el monitor.