De la estación de tren a Naval: proyectos clave para crear "un nuevo centro" de Gijón

Un viajero que ahora llega a Gijón en tren verá en primer lugar una estación provisional, la de Sanz Crespo, que se queda a todas luces, pequeña para la mayor ciudad de Asturias. Al poner el pie en tierra, tendrá que girarse a su espalda para ver una zona verde, el parque de Moreda, o avanzar hasta llegar al Solarón donde, si hace sol, no encontrará una sola sombra para taparse. Verá, bajo el viaducto de Carlos Marx, a varios sintecho conviviendo entre montones de basura y, si decide remontar el puente, desde su punto más alto, adivinará las siluetas de las grúas de Armón, penúltimo vestigio del esplendoroso pasado astillero de la ciudad. Pero esta visión, que no hace justicia a una ciudad como Gijón, tiene fecha de caducidad. La nueva estación intermodal de Moreda presentada esta semana, el derribo del viaducto, la reforma del Solarón y todo ello sumado al proyecto de "Naval Azul" para los antiguos terrenos de Naval Gijón están llamados a generar una nueva puerta de entrada a Gijón.

Ese concepto, el de "puerta de entrada", es, precisamente, el que se busca con el edificio singular de la intermodal. Un complejo con grandes voladizos, varias pasarelas para comunicar el Centro con los barrios, que sea funcional, permeable, modular y también sostenible. Si bien, dicho edificio, poniéndolo en perspectiva con los proyectos para el Solarón y de Naval Gijón impulsado este por el Ayuntamiento –el de la estación y el Solarón dependen de Gijón al Norte– podría generar algo más que una puerta de entrada a la ciudad. Podría ser la pieza clave para generar un nuevo centro en Gijón, un nuevo polo de atracción que pivote en El Natahoyo y que se extienda hasta la plaza del Humedal. Un espacio que cambie una zona ahora algo depauperada y que genere nuevos puestos de trabajo vinculados a la economía azul en los antiguos astilleros, así como nuevas zonas de ocio y de esparcimiento. Pero también con nuevos espacios de vivienda con los cuatro bloques de 13 pisos proyectados en el Solarón y con 60.000 metros cuadrados de parque y zona verde.

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Otra cosa es cuando a la imagen que genera la actual entrada en tren se le pueda poner fecha de caducidad exacta. El conjunto de todas las actuaciones está llamado a generar un todo, pero cada parte va a su ritmo. Y en cada una de ellas hay diferentes actores implicados con capacidades muy diferentes de pisar el acelerador. El proyecto que más visos tiene de ver avances en el tiempo es el de "Naval Azul". Primero, porque depende del gobierno local quien, lógicamente, tiene más interés que una entidad nacional en ver avances en la materia. Avances que, aunque no en forma de excavadoras –aún queda para ello– ya se han producido en materia burocrática y administrativa. El gobierno local logró sacar adelante en el pleno de abril, solo con el rechazo del PSOE, una modificación presupuestaria para avalar la compra por 4,6 millones de euros de los terrenos de Naval Gijón. O, mejor dicho, de la parte de los terrenos de Naval Gijón de la Autoridad Portuaria, el 64,5 por ciento del espacio. El resto es de Pequeños y Medianos Astilleros Sociedad de Reconversión (Pymar).

Las negociaciones con la Autoridad Portuaria han sido una parte clave de todo este proceso. La buena sintonía fue palpable, ya que el Puerto cedió una franja de terreno, la que bordea la costa, de forma gratuita para hacer un nuevo paseo marítimo. Lo que pasará a manos del Ayuntamiento son 38.848 metros cuadrados de los cuales el 80 por ciento –27.100 metros– se dedicarán a usos productivos. Es decir, a empresas vinculadas a la economía azul para hacer algo así como un nuevo Parque Científico y Tecnológico. Con Pymar, por su parte, se sigue negociando para poder adquirir su parte del terreno. Se espera que, para finales de verano, antes de septiembre, se puedan dar buenas noticias.

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Es en el año 2026 cuando se fija el inicio de las primeras obras en Naval Gijón, previa elaboración de un plan especial en el que ya se trabaja. El 2026 precisamente será un año clave en el otro gran proyecto de este nuevo centro de Gijón. Se confía que para ese año se liciten las obras de la estación intermodal que aún no se sabe cuánto tiempo durarán, ni cuanta inversión necesitarán. Cabe resaltar que no se trata de levantar un edificio como puede ser el de Sanz Crespo. Se trata de dar solución a buena parte de la trama ferroviaria de la ciudad, pero también al transporte por carretera, ya que también habrá autobuses. A ello hay que sumarle el adecuar la zona a las otras movilidades como son la peatonal y la de las bicis. La construcción de la intermodal implica también diseñar un aparcamiento subterráneo, edificios de oficinas para Adif, conexiones con el metrotrén...

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Aparejada a esta actuación va el plan municipal para el Solarón y su transformación definitiva en un gran parque. Sin fechas claras encima de la mesa, el proyecto, que debe ser analizado por Gijón al Norte, la entidad que gestiona el plan de vías y en la que está Transportes, el Principado y el propio Ayuntamiento, es un gran parque de 60.000 metros cuadrados con cuatro bloques de 13 plantas de viviendas. Un plan que, de salir adelante, sería el gran pulmón verde de ese nuevo centro de Gijón que deben traer Naval Azul y la estación.

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